…”Ya habían pasado algunas semanas desde aquella sesión de hipnosis que practicara con Patricia y debo reconocer que el resultado había sido más que positivo, puesto que todo lo que le pasara por su cabeza en relación con el sexo, de ningún modo parecía cohibirla.- Es así que en más de una oportunidad incluso me pedía que la durmiera, a los efectos de hacerla concentrar total y únicamente en un orgasmo que estallaba en un goce sublime como nunca había sentido antes. Por momentos me resultaba gracioso puesto que volvía a querer poner sus manos sobre las mías, como había sido en un principio, pero lo cierto es que con sólo castañear los dedos se quedaba profundamente dormida y lista para que la hiciera de otra nueva alegría, por lo general superior a la anterior.- Sin dudas había adoptado dicha terapia inhibidora como una verdadera droga, puesto que sentía que volaba, a punto tal que ya antes de dormirla su concha estaba totalmente mojada y sus pezones totalmente parados.-
Sin embargo en ese afán de buscar cada vez mas goce, nunca pensé que terminaría siendo un verdadero esclavo de ella, a la inversa de lo que podría pensar cualquier lector de éstas líneas, “sí… un verdadero esclavo de ella”.- Es así que en uno de los tantos días en que me encontraba con Patricia en su casa, me hizo notar que tenía un enorme deseo de una nueva perversión sexual, pero esta vez sería imposible cumplirla sin mi total apoyo, y era que le permitiera hipnotizarme.- Razoné que sería injusto que habiendo accedido ella a tal tratamiento, yo no me expusiera en igual forma, no obstante advertirle que sinceramente y sin ningún engaño yo era una persona totalmente imposible de entrar en trance, que ya lo habían intentado otros hacerlo y no habían podido, cosa que por cierto me traía tristeza puesto que me hubiera encantado que me lo hicieran.-
Efectivamente y como ya se lo adelantara, las primera veces resultaron un fracaso total para ella, no obstante consideré que tenía todo el derecho para insistir, puesto que sentía que era uno de esos deseos pervertidos que no se le habían podido dar y por lo tanto sentía una verdadera frustración al respecto.- Debo confesar que a medida que lo intentaba cada vez más, mi pene lo sentía algo más que erecto, era como una sensación difícil de poder explicar pero que posiblemente podría describirlo con la misma sensación que sentía ella previo a cualquier liberalidad sexual, claro está luego de haberla hecho entrar en trance; cada vez que lo intentaba y sin darme cuenta advertía que mi pija estaba por estallar, a punto de largar todo el semen que tenía contenido en ella, hasta incluso mis pezones también los sentía duros, no obstante ello mi convencimiento era absoluto, en cuanto al fracaso de sus varios intentos por hipnotizarme.- Tanto habían sido estos que un día ya cansado de observar que a nada llegaría, le hice notar todo lo que me hubiera gustado que lograra su objetivo, pero que desgraciadamente nunca podría cumplir con su deseo máximo que era poder también jugar conmigo.-
De repente comencé a notar en su rostro una mueca de risa que nada de inocente parecía mostrar, a lo que le respondí diciéndole que no se sintiera mal que ya probaríamos de otra forma, contestándome para mi sorpresa “…hace rato que ya he cumplido mis deseos sexuales con vos, mucho más de lo que has hecho conmigo, puesto que sos mi verdadero esclavo”, mi primera reacción fue la de una risa incontenible puesto que no podía creer lo que me decía, por lo que si era tan así yo estaba dispuesto a ver como lo hacía.- De repente me dijo, “…bueno si de eso se trata mirá que pasa cuanto te toco esta oreja…” increíblemente quedé totalmente paralizado no pudiendo hacer absolutamente nada, no podía siquiera pestañear”, sentí que corría por mi cuerpo un sudor frío, puesto que no me había dado cuenta que sus supuestos fracasos por hipnotizarme no habían sido tales, sino verdadero éxitos y que hábilmente los había borrado de mi mente para que cada vez fueran entrando en mi inconsciente sin que percibiera el control que cada vez más ejercía sobre mí.- Lo único que podía hacer en ese momento era escucharla, cuando luego de un rato me dijo, “…ahora Rafa tu hermosa verga va a comenzar a levantarse, la quiero cada vez más y más parada” casi sin darme cuenta comencé a notar que mi miembro poco a poco tomaba proporciones incontrastables cada vez más, sin que yo pudiera hacer nada, a punto tal de ponerse duro como una roca, al mismo tiempo que me decía …así me gusta Rafa, así me gusta, la quiero bien dura y ahora también quiero ver ese ano bien abierto para meterte mi juguete, te vas a poner con los brazos para adelante y arrodillándote me vas a mostrar tu culo …ahora a la cuenta de tres: uno, dos y treees, inmediatamente y sin poder controlar mi cuerpo comencé a salir de mi parálisis solamente para ponerme en la postura que me ordenaba, comenzando a notar que me introducía poco a poco su vibrador, el mismo que yo había utilizado con ella la primera vez, haciéndome notar que a medida que fuera entrando gozaría más y más con ello, que de ningún modo me dolería …y así fue, puesto que debo reconocer que el goce fue extraordinario, ordenándome al mismo tiempo que me hiciera la paja, no debiendo largar mi leche hasta que ella me lo ordenara, el placer era a esa altura incontenible, no pudiendo compararlo con ningún otro, finalmente puso su cara debajo de mi pija y tocándome suavemente mis testículos me dijo con voz muy agradable “…ahora querido, ahora podes largar toda esa leche que tenes contenida sobre mi cara…” nunca sentí tal éxtasis, verdaderamente había sido increíble y aún más viendo como con su lengua me iba limpiando y tragando toda mi leche, cuando finalmente luego de transcurridos unos minutos me liberó de su encanto hipnótico.- Le hice entender que de ningún modo aceptaría que me manejara como quisiera, puesto que yo lo que había hecho con ella, era pensando en su bloqueo, pero que en lo que a mí respecta no necesitaba ningún inhibidor para gozar como efectivamente sí le había urgido a ella.- Note nuevamente esa risa a la que difícilmente pueda olvidar, haciéndome retornar sobre mi cuerpo ese frío sudor, por lo que decidí levantarme y dirigirme a la puerta, cuando al intentarlo hacerlo, mi deseo no pasó de una simple intención, puesto que por más que hacía esfuerzos por lograrlo era inútil, estaba totalmente en poder de Patricia y sólo ella podía lograr que me liberara.- Gire de inmediato la cabeza hacia ella y me dijo “…bueno Rafa estas un poco nervioso y necesitas sedarte de manera que vamos a dormir…con vos fuerte y segura esta vez me dijo …”dormite, dormite lentamente, te vas a dormir a medida que más y más escuches mi voz…” a lo que de inmediato comencé a ver su figura cada vez más borrosa, cayendo poco a poco en un letargo que me llevó a un profundo sueño.-
Cuando desperté estaba totalmente desnudo y Patricia chupando mi pene desenfrenadamente, cuando de repente me ordenó que debía violarla, debería penetrarla una y otra vez por la fuerza, hasta meterle toda mi verga adentro de su concha, a lo que de inmediato y con la poca lucidez que tenía en ese momento le dije que de ningún modo podría hacerlo que no podría jamás sentirme como un violador y menos con ella, a lo que de inmediato nuevamente observé esa risita en su rostro, comenzando su cara a ponerse borrosa, hasta desaparecer finalmente su imagen y ver todo oscuro.- Es entonces que desperté como un verdadero animal en celo, estando arriba de ella, rompiéndole su corpiño y abriéndole sus piernas por la fuerza, no podía contenerme, sabía que no era yo, pero algo me decía en mi interior que debía violarla y que cuanto más actuaba negarse, más fuerza ejercía sobre ella.- Esta situación duró vario minutos, puesto que sentía que Patricia peleaba enfurecidamente y que de ningún modo estaba dispuesta a que se la metiera (o por lo menos así creía yo), finalmente y luego de haberle roto la bombacha le introduje totalmente mi pene sintiendo por parte de ella un fuerte grito de placer orgásmico, al mismo tiempo que sentía descargar en su concha toda mi leche caliente.-
Para mi sorpresa, luego de descansar ambos, note en Patricia un sincero aprecio por mí, dándome la idea que me liberaría de su embrujo, puesto que había logrado de mí todo lo que ella había querido.- Es así que me explicó lo mucho que me quería y que yo le resultaba un todo para ella, que el sólo mirarme y hacer conmigo lo que a ella se le ocurriera, le provocaba una excitación que pocas mujeres difícilmente hayan experimentado, por lo que entendiera que necesariamente debería seguir bajo su poder, de inmediato me di cuenta que mi única salvación era intentar correr nuevamente a la puerta y salir de su departamento lo más rápido posible, aún estando desnudo.- A poco de faltar para abrir la misma, sentí un trepidar de sus dedos, dándome vuelta y comenzando a dormirme poco a poco sintiendo que poco a poco me iba arrodillando frente a ella, escuchándole decir que debería evacuarle su deseo de una nueva perversión sexual mientras me iba tomando mi pene y lentamente me llevaba a su cama.-
Han pasado ya unos cuantos años de aquella prisión hipnótica en la que me colocó Patricia, liberándome finalmente del secuestro de mi inconsciente permitiéndome de ésta forma abandonar su casa, lo que de ningún modo ha significado para mí una verdadera libertad, puesto que es al día de hoy que cada vez que su imagen aparece en mi cerebro, me brotan aquello deseos orgásmicos de violación conque una y otra vez debí satisfacerla, sintiendo mi pija como aquel garrote que previamente me ordenaba se me pusiera, descargando mi leche en su cara, en su boca y en su concha.-
De aquél juego inocente en el que terminé siendo su esclavo estoy a expensas que ella aparezca en cualquier momento y quiera nuevamente desahogar sus instintos en mí, quedándome serios vestigios de aquellas incontrolables prisiones orgásmicas de las que una y otra vez debí soportar, quedando más de una vez agotado de placer, cayendo en un estrepitoso letargo de sueño incontenible ¿Seguiré acaso en su poder? (continuará)