Entre el balcón y la terraza
ENTRE EL BALCÓN Y LA TERRAZA
¡Hola me llamo Miguel! Os voy a relatar algo muy gracioso y un poco erotico que nos pasó a mi mujer Teresa y a mi.
Somos una pareja la que nos gusta mucho, por no decir demasiado exibirnos, antes no era igual, pero después de tres años de casados ya empezamos a hacer cosas más arriesgadas, pues tiene mi mujer Tere como la llamo veintiseis años y yo veintiocho, y para no llegar a una monotonía hacemos esto…
Un día bastante después de hacer la comida del medio día, nos salimos al balcón de un piso bastante alto, no el más alto pero si a media finca ya que vivimos en un noveno piso y la finca tiene veinte, contando el ático de la terraza. Pues como dije con anterioridad salimos al balcón dándonos por ponernos malos en cuanto a cachondos se refiere, pero diré malos para no ser tan ordinario aunque la verdad es como se dice, pero bueno esta bien, lo llamaremos de esa manera. Comenzamos a besarnos pero con los besos y los tocamientos nos vamos poniendo cada vez mas malos.
TERE
¡Nene, no creés que nos podíamos pasar un poco más!
MIGUEL
¡Haber quien hay por aquí!
Mirando y no viendo a nadie demasiado cerca.
MIGUEL
¡Ven aquí cariño que te voy a quitar la tanga esa que llevas tan provocativa!
TERE
¡No, hazme lo que tengas que hacerme apartando la tirita!
MIGUEL
¡Uy como me pone!
TERE
“Ja, ja, ja, ja”
Continuando con ese jueguecito nos ponemos más malos de lo habitual por la situación en la que nos encontrábamos. La pongo en la varandilla como si mirara y yo por detrás me la hago lentamente, pero pone una cara que mirándome la veo con tal placer que es una bomba de relojería. Pero sigo ya haciéndoselo casi a tope en cuanto a dentro más de rápidez a medio gas. Estando los dos a tope por aquella situación, gozamos de verdad. Pero esta saliendo un chico más joven que nosotros a su balcón y veo que mira haciendo un reconocimiento general de la calle. No se si quiero que nos vea o no, pero como no se ha dado cuenta Tere pienso que estaría bien que nos mirara y aunque no nos vea con exactitud lo que estamos haciendo, si que se lo imagine, momento en el que mira y nos ve, parándome un momento.
TERE
¿Por qué te paras cariño? De muy buenas maneras.
MIGUEL
¡Por nada, por nada!
Continuó moviéndome como si no me hubiera dado cuenta de nada, pero en cuanto lo miro el mira hacía otro lado, pienso que con la intención de volver a las andadas y es apartar la mirada de el, viendo arrimándome mucho a Tere que nos vuelve a observar. No se si decírselo a mi mujer o que. Continuó como si nada pasase mirando por entre la melena de Tere y lo veo que esta vez nos está mirando fijamente con unos prismaticos. Es comenzar a irse Tere y lo ve observándonos atentamente con los prismaticos que no se le mueven un ápice. Tere se pone muy colorada y sale para el comedor dejándome a mí casi en “Bragas” (viéndoseme todo) ah, pero yo no me corto y me la guardo con parsimonía.
TERE
¿Pasas o no?
MIGUEL
¡Ya voy!
TERE
¿Parece que te gusta que te vean?
MIGUEL
¿Por qué lo hacemos sino?
TERE
¡Está bien, vamos a la terraza interior!
Teniendo un balcón que da a la calle por la que pasa todo el mundo y la terraza interior que solo nos puede ver quien se asome en ese mismo instante. Saliendo a esa terraza como poseída por una fuerza interior me desabrocha y a continuación sin mirar si hay o no nadie, comienza a lamer.
MIGUEL
“Pobrecillo a ese tipo que lo hemos dejado de esa forma”
TERE
“Todavía no estoy tan preparada”
MIGUEL
“Ya lo estarás”
TERE
¿Tú creés?
MIGUEL
¿Te puedo llamar como se me antoje?
TERE
¡Pues claro cariño!
Ella, es decir Tere, no me ha dicho que hay una niña que no tiene más de diecinueve o tal vez veinte años, que se pone a escasos veinte metros en la finca de enfrente y que está muy bien. Nosotros poniéndonos de espaldas a la finca que nos enfrenta me lame como dije con anterioridad. Más que duro, Tere me lo nota, la que se pone apoyada en el tabique de la terraza y se levanta la falda ya sin ningún tipo de obstaculos, pues de cintura para abajo solo porta unas diminutas chanclas, la que se ven sus bonitos pies, dedos, pantorrillas, muslos y un precioso culito que está diciendo, soy tuyo. Nerviosa por no ponersela en el lugar adecuado, ya que pretendo ponerla como en un primer momento, ella insiste en atraparla y yo jugueteo con ella no dejándome atrapar, pero cuando se gira para decirme algo con la sonrisa puesta, voy y le cambio la cara por la de agradecimiento y comienzo a moverme a buen ritmo. Está apunto de irse de nuevo, cuando miro y veo que ha salido la criatura sin maldad ninguna, que a pesar de su elevada edad para esos fines no es muy ducha en esos temas, después me explicaría Tere que ha estado hablando con ella y se lo ha dicho. Pero no creo que sea así por mucho que me diga, o tal vez si, no se, pero en los tiempos que corren… como que no me lo puedo creer vamos.
MIGUEL
“Mira, ya ha salido”
TERE
“Ahora me da mucha vergüenza mirar”
MIGUEL
¡Anda no seas tonta y sáludala!
TERE
¡Hola! Con la mano y con la voz entrecortada.
¡No se porque te hago caso!
MIGUEL
¡Hola cariño!
TERE
¿Por qué le hablas así?
MIGUEL
“Porque no nos oye”
Ahora empiezo a moverme más rápido para que se de cuenta.
TERE
¡Nene, no sigas a ese ritmo que no puedo sonreírle!
MIGUEL
¿Y qué, no querías que nos mirase para que aprendiera?
TERE
¡Para, por favor, que me voy!
Cada vez se lo hago más deprisa y se (Va) corre, como nunca la he visto, pero ahora llega lo mejor y es que me voy yo, no cortándome media cuarta ve como exploto sobre su pecho desnudo, el que yo le he bajado el escote y le he sacado sus preciosos senos, turjentes y lijeramente caidos hacía arriba. Es una gozada para mi ver como retoza con mi semen, pero calla que la vecina vemos como se empieza a tocar. Acto seguido se pasa Tere arrastrándome con ella y nos metemos en la ducha ambos. Comentamos la jugada mientras nos reímos y bañamos, pero a mi me han quedado unas ganas terribles de saber como termina la historia y sobre todo la del chico que nos miraba con los prismaticos. Poniéndose una batita se pone hacer la cena mientras yo poniéndome un slip y una camiseta de tirantes, me calzo unas chanclas y me pongo a observar haber si sale, pero viendo que no me pongo a mirar si sale el chico que había hay enfrente, bueno aproximadamente a bastante distancia, yo creo que a unos sesenta o setenta metros. Pero no hay ninguno de los dos, con lo que voy a echarle una mano a mi mujer tan querida por mí.
En otro orden de cosas, estamos preparando un asado porque vienen unos amigos que conocemos de hace ya tiempo, lo que estamos haciendo es un redondo de ternera emvuelto con una riquísima salsa de arándanos y, nos va a llevar mucho tiempo ya que tiene que estar a las nueve y ya son las seís de la tarde y si cometemos algún error, tendremos que hacer otra cosa más ligerita, y como son argentinos no nos gustaría hacérles comer otra cosa, así que prueben el asado de mi Tere.
Esta ya todo preparado y mientras se hace la exquísita carne, nos bebemos unos culines de vino blanco muy fríos, por cenar con vino tinto y del tiempo, ya veremos lo que acontece y que no me quito de la cabeza mis instintos más primitivos, que todos sabemos cuales son. Cuando mi mujer va a vestirse.
TERE
¡Cariño, vete a vestir y a ponerte presentable!
Para que más, yo que me veo a Tere desnuda completamente, siento la necesidad inconmensurable de por lo menos ponerle las manos encima, cosa que ella mira la hora que es.
TERE
¡Vale nene que de un momento a otro van a venir, despues hacemos lo que quieras!
MIGUEL
¿Me as dicho lo que quiera?
TERE
¡Si, tús sueños hechos realidad!
MIGUEL
¡Luego, no te arrepientas!
TERE
¡Arrepentirme yo! ¿De qué?
Así que nos fuimos vistiendo y arreglandonos para la ocasión. Cuando ya estamos arreglados y miramos el asado, se sienta Tere mientrás yo pongo dos culitos de vino rosado no tan fresquito como el blanco de antes pero casi. Llevándoselo me siento a su lado con el mayor recato para no arrugarle su vestido nuevo. Acabando de darles el primer traguito llaman al timbre del patio, levatándose Tere nerviosa porque pueda salir algo mal, la que contesta igual que se ha levantado.
TERE
¡Son ellos!
Dice mi exposa fiel al oír sus voces. Subiendo los saludamos a Gustavo y Margarita y nos acomodamos en el gran sofá, viniendo ahora las típicas preguntas sobre nosotros y más el asado cruel donde los haya, ya que pienso que si de veras hemos quedado para disfrutar de una suculenta cena, no se a que viene tanta locura con el (Puto) asado. Yendo mi dulce Tere y Gustavo a ver como va, me quedo yo con la rica Margarita, pues ha llegado con un vestido muy veraniego y lo más importante, apropiado para la ocasión. Consiste en unas flores grandes, transparentes y muy, muy sujestivas para el estado en que yo me encuentro, además no tengo el más mínimo reparo en decirselo. Vieniendo Tere y Gustavo de ver el asado y cuando se sientan va y les dice desenfadadamente.
MARGARITA
¿Gustavo ten cuidado con Miguel que me ha echado un repaso?
GUSTAVO
¡Yo se lo he echado a Teresa y no lo tengo porque decir!
Ríéndonos va pasando la tarde por ser verano y a punto de hacerse de noche tal y como esperaba mi queridísima Tere, por fin esta el asado. Sentándonos Gustavo y yo nos sirven las mujeres, pero luego nos toca limpiar los platos y cubiertos a nosotros, pero ya está hecho ahora viene el momento de la verdad. Esperando expectantes a que lo prueben ambos entendidos, los segundos nos parecen minutos, oyendo.
GUSTAVO
¡Ummh, Ché, esta delicioso!
¡Ché, os tengo que felicitar!
Pasados los momentos más angustiosos por parte de mi mujer, porque la verdad es que a mi no me afectaba en absoluto, (Bueno, tal vez un poquito si), pero por ella. Cenamos de lo más a gusto y tomándonos los cafés lo llaman al celular diciéndonos que inevitablemente han de marcharse.
MIGUEL
¿Ves? ¡Tan ilusionada que estabas tú con el asado, para ahora marcharse!
Eso lo pienso pero muy lejos de decírselo por no amargarle la feliz velada que se había pensado que íbamos a pasar.
Pero bueno es psicologo y a debido tener una urgencia, pero pasando de todo, nos animamos mutuamente, pero se que ella lo está pasando mucho peor, nos sentamos y nos ponemos unas copas de buen coñac, por supuesto no le permito que las ponga ella.
MIGUEL
¿Me ayudas?
TERE
¡Vale!
Así no piensa y si piensa que estoy segurísimo que no se le va ha ir de la cabezita tan preciosa que tiene en mucho tiempo, pero mientras me ayuda se le va de la mente o algo por lo menos. Ya nos hemos tomado una copa y una botella de vino durante la adefesia cena, yo para romper el hielo le voy acariciando timidamente por sus adorables caderas.
TERE
¿No querías hacerme lo que quisieras?
MIGUEL
¡Si!
TERE
¡Pues házmelo!
MIGUEL
“Ahora no quiero porque estás muy mal humorada, espero que se pase pronto ya que pienso hacerte de todo cariño”
Mientras tanto me va a poner otra copa y poniendo mi mano encima, evito que me la ponga, pero ella dado lo despagada que está, se pone otra, la que se toma de un solo trago. Pero ahora es ella la que tiene en mente el hacerlo sin que le importe demasiado que la puedan ver, que al fin de cuentas es lo que yo quiero para apartar la monotonia.
TERE
¿Lo hacemos totalmente desnudos?
MIGUEL
¡Nena, estás hablando con rabia, espera que se te pase y lo hacemos como tú deseés!
TERE
¡Está bien cariño!
Acurrucándose a mí pasamos un rato de felicidad y sosiego increíblemente bonitos, pero me empieza a mi a picar de nuevo ese gusanillo llamado deseo por hacerlo sin tapujos, y continua, y sigue cada vez más fuerte, yendo y arrimándomela como si le diera un apretón bien fuerte, la beso sin control o descotroladamente, es más, me sigue los pasos que acabo de dar y levantándola la beso y le toco por todas sus intimidades, haciéndola gemir. Poco a poco nos desnudamos mutuamente y cuando estamos totalmente desnudos, de nuevo y poco a poco vamos acercándonos al balcón, que sin ninguna clase de reparos pasamos el ventanal y nos ponemos hacerlo como idos. Tere es una preciosidad de mujer, puesto que tiene de todo, vuluptuoso y además en su lugar correspondiente, es una divinidad de mujer. Vemos luces pero dándonos igual que nos puedan estar viendo seguimos haciéndonoslo mejor que siempre. Al no ver a nadie me la llevo a la terraza que allí es muy posible que este no se como se llama, pero bueno la chica de enfrente, voy ha llamarla así momentanemente. No va a ver nada solo la parte de arriba, pero solo con eso y su imaginación ya estamos satisfechos, al menos yo.
Vamos a trompicones muy humedos, salimos enganchados como canes, llegamos a la terraza y poniéndonos hacerlo como autenticos leones, sale la chica totalmente desnuda y nos da pie hacerlo más y más, hasta llegar a un punto en el que no sabemos si estamos más excitados de verla a ella o de hacerlo nosotros, yo creo no, pienso, no estoy tan seguro como que no hay dios. Por un leve momento Tere es como si no la notara y estoy haciéndome a la chica del balcón de al lado. No se estoy transpuesto por tanta belleza pero al final siempre, siempre está hay mi preciosa mujercita Tere, que aunque me haga disfrutar de otra, aunque solo sea mirándola y mirándonos, se de antemano que la voy a tener para lo que ella quiera.
Volviendo donde lo dejamos, estamos que nos vamos, de echo ella se va y me refiero a Tere, pero estando a punto de irme se corre la niña del balcón de enfrente. Ahora si, ahora voy a tener la mejor eyaculación de mi vida, pero para remate final se la pone en la boca Tere y me vacía. Aunque la de enfrente no pueda ver a mi mujer, con ver mi cara tiene una eyaculación detrás de otra. A mi parece mentira que todavía este eyaculando, pero es la pura verdad, con la inestimable colaboración de mi querida Tere, que no se donde ha metido todo lo que ha bebido, pero cuando acaba da un suspiro entre alivio y alegría que es demasiado, además lo hace frente al balcón de enfrente la que para colmar el vaso se esta yendo de nuevo. Ha sido una experiencia de lo más gratificante, mi mujer le hace una seña de venir, la que se toma al pie de la letra y cuando yo estoy devatiendo con Tere, llaman al timbre y lo más bochornoso es que es ella. Apaga y vámonos.
LA CHICA
“Me llamo fina” ¿Y tú?
MIGUEL
¡Miguél!
FINA
¿Me das un beso?
MIGUEL
¡Si! ¿Cómo no?
Me dio un beso en la boca sin importarle que estuviera mi mujer y yo, que me había retraído un par de veces, pero sin remisión me lo dío. Es que es la hora en la que llega lo mejor.
FINA
¡Pues a Tere si que le gusta!
Ay, y precisamente Ay, es cuando viene mi desconcierto y el de saber que se que ellas se lo tienen muy bien estudiado.
Le digo a Tere en un tono risueño pero de mirada firme:
MIGUEL
¡Haces el favor y sino es demasiada molestía para una mente tan privilegida como la tuya, darme alguna explicación un gesto, una miradita para que yo sepa a lo que tengo que acogerme o algo, coño algo!
Se ha quedado en blanco, cosa que dudo mucho o quizás este haciéndose pasar por lo que no es…
MIGUEL
¡Coño algo, algo, por el amor de díos!
Tere tituveante y con la voz en un principio entrecortada por su rara amenaza de lloriqueo o, pero a la vez que iba hablando iba subiendo el volumen y la contundencía de sus palabras.
TERE
¡Mira, es que, tu veras, nos vimos en el trabajo y durante mucho tiempo, estuvimos riéndonos por o de cualquier cosa, hasta que zas, llamo a mi frajil puerta el amor! ¡¡¡Pero yo te sigo queriendo!!! “Mi vida todo lo que te habías imaginado ahora lo tenemos y los dos” ¡Porque a mi también me gusta!
MIGUEL
¡Entonces! ¿Qué hacemos? ¡Porque yo ahora que me lo has contado yo continuo queriéndote!
TERE
¿Por qué no se queda esta noche y nos ves? ¡Lo que hacemos, lo que no hacemos y lo que dejamos de hacer, ya que la tercdera opción es la más interesante de analizar!
Como vamos un poco borrachos, pero un poco, de verdad.
MIGUEL
¡Mira, fina, ven aquí y dame otro de esos besos!
Se acerca a mi, que esta llegando, que ummh.
TERE
¿A que te gusta a tí también? ¡Eh, eh, eh! “Pero ahora siéntate y disfruta de nosotras tan solo mirándonos!
MIGUEL
¿Queréis que os diga la verdad? ¡Mucho mejor para mi, además jamás he pensado en esas cosas! Je, je.
FINA
¿Por qué no nos sentamos todos y nos tranquilizamos un poco y después otro poco y otro, (infinito)?
Parece que todos entramos en razón y sentados a la mesa poco a poco fuimos apartando nuestros complejos que no eran pocos, sobre todo los míos, ya que de pasar a ser demasiado feliz pasé a un desconcierto a parte de total estaba por otro lado Fina. No se, se me antojaba un sueño dificil de digerir, pero había ocurrido así y así lo tenía que aceptar.
FINA
¿Ya estáis más tranquilos?
TERE
“Por mi parte no” ¿Queréis tomaros algo? “Yo, lo necesito”
MIGUEL
¿Qué queréis tomar? ¡Os lo pongo yo y mientras lo voy asimilando!
TERE Y FINA
¡Nos da lo mismo, pero que lleve alcohol!
MIGUEL
¿Os parece bien un vino?
TERE Y FINA
¡Está bien!
Me levanto a ponerlo haber si comprendo algo, aunque no hay demasiado que entender, o me voy o aguanto lo que ellas quieran. Poniendo tres copas de vino las veo que se han sentado juntas a la derecha de la mesa, la primera que esta es Fina, después Tere y luego yo, todos sentados en un solo lado de la mesa, pero es que queda por llegar lo más fuerte y es que el joven que nos miraba.
FINA
“Pues el chico que os mira desde unos cien metros es mi marido y solo le gusta eso, mirar”
Bueno, yo no doy credito a lo que escuchan mis oídos, pero ya me puedo esperar todo, así que me bebo el vino de un trago y voy a ponerme una copa de güisqui, pidiéndome otra cada una de ellas por voz de mi mujer. Dándole un excelente trago de camino me siento a la mesa dándoles a cada una el suyo, las que bebiendo se ponen a hablar como si nada me pasara.
FINA
¡Esto se lo teníamos que haber dicho cuando yo te dije, antes de hacer nada!
TERE
¡Si, pero yo no estaba preparada!
FINA
¿Y ahora lo estás más?
TERE
¡Es evidente que no!
FINA
¡Ahora de nada sirven las preocupaciones! ¿No creés Teresa?
TERE
“Llevas toda la razón”
MIGUEL
¡Esperar un momento que lo asimile, porque este conflicto me esta desbordando!
Pasamos un tiempo en silencio, después se ponen a hablar muy despacio, mientras pongo en la balanza los pros y los contras, llegando a la determinación más lógica.
MIGUEL
¡Esta bien” ¿Entonces como nos lo montamos o que hacemos?
TERE
¡Sabía que lo entenderías! Muah.
FINA
¡Yo me voy para que lo podáis hablar tranquilamente!
TERE
¡Tú no te vas!
Diciéndolo con total autoritarismo y besándola a continuación. A mi me esta empezando a subir el alcohol a la cabeza, no sabiendo si se trata del alcohol o de la inseguridad que tengo, pero poquito a poco o más bien muy poco ya aceptado lo voy asimilando.
TERE
¡Vamos a tomarnos otra copa!
Se levanta y nada más irse a ponerla, abordando a Fina.
MIGUEL
¡Bueno! ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así? ¿Es que a caso no soy de tu agrado?
FINA
¡Si! ¿Pero al no estar aquí Tere no se que decir?
MIGUEL
¡Pues rompamos el hielo!
FINA
¿Como?
MIGUEL
¡Así!
Dándole un besito me coge de la cabeza y me da un beso en todas las condiciones, apartándose cuando ve que viene mi mujer, bueno la mujer de ambos, pero que acabo de decir,
MIGUEL
“La mujer de ambos”
“Que me pinchen que no me sale sangre”
Sentándose Tere le doy otro beso para hacer compensación, porque claro ahora son dos mujeres las que tengo, más el vicioso de la finca de enfrente que resulta ser el marido de Fina.
Estoy confuso pero contento a la vez, no se a que atenerme, esperemos que me saquen de dudas de una vez por todas.
Terminadas todas las copas y un poco borrachos y más confundido que otra cosa, se van a nuestra habitación y me quedo mirándolas en la puerta. Enseguida mientrás se besan se van desnudando hasta estar completamente desnudas, pero es que luego me quedo tan alucinado como absorto por lo que ven mis ojos. Se besan con más que dulzura y se tocan con una exquisitez que me da una cosa verlas que para que os cuento. Pero van subiendo de intensidad rápidamente, para hacerse más fuerte, más deprisa y con más ahínco de lo que nunca he visto. Bueno también es que yo no he visto mucho, de joven si, cuando tenía la mitad de edad si que ví en cantidades industriales, como, de que manera o formas, pero ahora, nunca pesé que me pudiese pasar a mí.
Después de darse por entero a sus juegos, parándose se ponen a besarse “dulcemoin”, pero tanta dulzura es imposible, pues no, no es imposible, porque las estoy viendo, y que suavidad en los roces, pasándose las piernas que a penas si se tocan.
¿Y que me tienéis que decir de las caricias?
“Pero si parecen dos figuras de mi buen amigo Lladró”
Es imposible que en pocos días hallan pasado tantas cosas, aunque también es verdad que al principio de las relaciones, se hace todo con mucha más cautela. Ché tú, que es una gozada verlas y ya está.
Llevo ya aproximadamente media hora mirándolas y para remedio de males.
TERE
¡Ven, por favor!
Ufano, me acerco y me cogen las dos a la vez, me echan sobre la cama y sin decir nada me van depojando de mis ropas, mientras me besan, me muerden y me comen por todas partes. Mi querida Tere mientras me besa dulcemoin, Fina, me da tal gusto en mi prodijio alternativo que es por demás, dejándome llevar de tal forma que todo me parece un dulce sueño.
Oigo de nuevo la puerta de la calle y va Tere a preguntar quien es, sin decir nada abre y deja la puerta abierta volviendo con nosotros.
(Igual es el marido de Fina, el que nos estuvo observando desde la finca de unos sesenta metros)
Espero con impaciencía haber si es el, pero cuando Tere no me ha dicho nada es que es el. Poniéndose Tere y Fina a lamerme por todas y cada una de las zonas del bajo vientre. Cuando más emocionado estoy, abren la puerta despacio y en efecto, es el.
Al principio me corto un poco, pero es tanto el placer que me dan, que inexorablemente claudico a los encantos de las dos. Muerto de placer veo sin ninguna clase de reparos al chico ese masturbarse, y pienso que si me gusta mirar a mi también, aunque yo después hago todo lo posible para hacérmela/las, hasta que acabo haciéndome a Tere. Mientras el chico le hace una seña a Fina y nos lame como una loca donde se juntan nuestros sexos.
Es muy fuerte que este nos mire, que su mujer nos lama, mientras nosotros follamos con desesperación dando alaridos.
FINA
¡Hazme, por favor!
Cuando se acaba de ir Tere. Estando tan extasiados que incluso Fina me pide que me la haga. Por otro lado esta ese tío que me da no se que hacérmela delante de el, pero poniéndose encima de mi, me la va buscando asta que se la introduce de un solo golpe. Gimiendo más de lo normal empieza a moverse no de arriba a bajo, no, sino que se mueve de lado como acomodándose en mí. Eso me da mucho más placer si cabe que se mueva de arriba hacía bajo como es más normal, pero también yo estoy a punto de caramelo y sin poderlo evitar mientras se va ella me salgo yo.
Todavía esta Fina yéndose, pero no le importa lamer todo lo que de mí esta saliendo, ahora viene Tere y entre las dos se intercambián mis fluidos, viendo con extrañeza como de vernos tan solo se va el marido de Fina. Pero es irse y sin decir esta boca es mía, coge la puerta y se va. En esos momentos ya no me sale nada de nada, pero continuan lamiendo y mientras se besan no me dejan que se venga abajo, poniéndose de nuevo Fina encima de mi y buscando con mi miembro su vigina divina, la que por fin la encuentra.
FINA
¡Ahora te voy hacer pero bien hecho!
MIGUEL
¿Qué antes no me habías hecho bien o qué?
FINA
¡No, que va, ahora te vas a enterar!
Empezando a moverse muy deprisa Tere viene hacía mi boca y besándome.
TERE
¿Te gusta como se lo hace?
MIGUEL
¡Mucho, pero me gusta mucho más contigo!
TERE
“No te preocupes que enseguida se va y me lo haces a mí”
Diciéndome eso, inesperadamente se corre como loca, pero se queda regocijándose sobre mi pene, cosa que no le gusta a Tere y apartándola se pone ella, no costándole nada en absoluto encontrar su avertura con mi pene, ya que estamos mojadísimos en las partes bajas. Ya esta dentro de mi y esperándose un poco deleitándose de la gran introducción, al ratito comienza a moverse con movimientos de arriba abajo y rotando.
MIGUEL
“Me esta lamiendo el culo”
TERE
¿Te gusta?
MIGUEL
¡Muchísimo!
TERE
“Pues déjala”
MIGUEL
¡Eso hago, Uhmm!
¡Pero ahora es que intenta meter la lengua y eso me gusta todavía más!
“Pues todo el placer que sientas es poco para lo que te mereces”
TERE
¡Gracias, amor mío!
Dándome varias lamidas en los weps, decide ponerse a lamernos por delante. Para satisfacción de Tere más que de mí, ya que a mí aún no me llega hacerme nada. Cuando de pronto la saca Tere de su agradable covijo entonces me lame con fuerza, como si quisiera comérsela. Pasando un momento se la vuelve a introducir a Tere y poniéndose a lamerle el botón maravilloso, sale casi loca por el placer ocasionado.
TERE
¡Sigue, continua así, buff, que gusto!
MIGUEL
¿Quien quieres que siga, ella o yo?
TERE
¡Ambos!
Estando poco tiempo de esa manera, se va gimiendo y después grita cuando llega al climax, yo, ahora durísimo, estoy que me lo puedo hacer todo y más, haciendo lo mismo que Fina ha echo antes, moverse en circulos hasta que Fina lame todos sus fluidos, pero viendo que no satisface ni sus deseos ni los de Tere, levantándola caen sobre mi sus flujos transparentes y muy dulces según Fina. Cuando acaba le dice Tere.
TERE
¡Háztelo tú!
Cuando vuelve a buscar su endidura cogiéndome del pene y encontrándolo enseguida, se mueve, hay como se mueve. Lo que no se es que es multiorgásmica y cuando he notado que se va, ya se ha ido más veces de las que soy capaz de comprender. Poniéndome encima le hago gritar por el placer que le estoy dando, moviéndome muy deprisa, pero me voy a ir e indudablemente salen todos mis fluidos en forma de aspersor, poniéndose primero Fina, pero llega rauda y veloz Tere, haciéndose el ama de mi endurecimiento. Pero ahora es imposible reanudarlo de nuevo y me quedo extasiado y ellas también deberían estar como yo, sino más, pero aún les quedan fuerzas para besarse mutuamente. Después de besarse no dicen nada, eso es señal inequivoca de que se lo han pasado realmente bien, más dice Tere con voz entrecortada.
TERE
“Lastima de no haber estado aquí Ernesto”
MIGUEL
¿Ha, pero tu marido se llama Ernesto?
FINA
¡Si! Dice Fina con un hilo de voz.
Entonces yo las pongo de culo y dándoles unos azotes les acaricio el culo de cada una a la vez. Por cierto tienen ambas unos culos respingones y tirando a grandes por ser muy altas ambas. Me gusta esto a mí de hacerme a dos mujeres a la vez, esperemos que mi querida Tere no quiera hacerse a ningún otro, sino no se que pasaría. De todas formas estaba deseando que se fuera Fina para intercambiar opiniones con mi amada Tere, la que no sabía ya si era amada y si me correspondería hasta el momento, yo creo que si, pero no lo sabía con exactitud hasta que no hablara con ella.
TERE
¡Vámonos a la ducha!
MIGUEL
“Vale”
FINA
“Yo me voy a casa”
Dice Fina algo nerviosa y vistiéndose se marcha, pero por supuesto dándole un increible beso a Tere y a mí besándome más superficialmente. Entonces decidimos darnos un baño y haciendo las sales minerales sus funciones, nos secamos y vestimos pues hemos hablado durante el baño en salir a tomarnos algo por ahí. Poniéndose Tere un vestido muy veraniego y tan solo unas diminutas braguitas, unas chanclas con un poquito de tacón y el pelo húmedo, salgo con una camisa de seda, un pantalón de hilo blanco y otras chanclas de vestir, también con el pelo húmedo pero con un poco de fijador. Bajando al garaje y saliendo cojemos camino a la playa, ella esta muy pegada a mí, aparte de estar guapísima y haciéndome muchas carantoñas, momento en el que le pregunto:
MIGUEL
¿Sigues tan enamorada de mí como antes?
TERE
¡Qué lo dudas, pues ahora lo estoy mucho más, siempre y cuando no pasemos de hay y quiero decir los tres más el mirón de Ernesto! Muah, muah.
Volviéndose a abrazar a mi, seguimos muy despacio de camino a la playa. Llegando allí nos sentamos en un merendero el que conocemos, pero por ser demasiado tarde solo nos sirven liquidos, como algún refresco y un cubata que se pide Tere. Nunca había tomado cubatas fuera desde que la conozco, tan solo en casa.
TERE
“Hoy es un día especial y le apetece muchísimo pornerme más contenta de lo que ya estoy”
Para ello pide un ron con refresco de cola, un ron rojo de caña el que comienza a beber. Yo por el contrario no tengo nada que celebrar y a parte de que no bebo me pide Tere un refresco. Saludando a todos los camareros continuamos bebiendo de las dos copas que nos han puesto y llegados a un extremo en el que va Tere algo risueña, decidimos de mutuo acuerdo irnos a casa. Ya son las cuatro de la madrugada y subiendo al coche empieza a tocar mis interioridades, yo dejo que lo haga y saliendo del parking en el que estamos, voy y dejo mis atributos masculinos al aire, para que así los toque sin hacerme ningún tipo de daño que me pudiera ocasionar. De camino se encanta y le encanta, poniéndose a lamer como si de nuestra casa se tratara. Pero duraré poco tiempo en marcha ya que viendo un paraje algo oculto, me paro para el disfrute mútuo. Despojándose de la poca ropa que lleva y bajándome el pantalón por completo, hace exhibir su lenga enseñándomela mientras lame, y como lame madre mía. Me chupa y relame con todo mi sexo dentro de la boca, es inevitable que va más contenta de lo abitual en ella, y sacándola de la boca sigue pasándome con la lengua, que por cierto es lo que más me gusta.
TERE
¡Sal del vehículo!
Saliendo Tere del coche completamente desnuda, me abre la puerta.
TERE
¡Te voy a “follar” como lo hacíamos antes!
Cosa que me encanta, pues me va a traer recuerdos muy gratos.
TERE
¡Sal y “fóllame” como cuando éramos novios! Algo pedo.
MIGUEL
¡No hay en este momento nada que me guste más!
TERE
¿Pues a qué esperas?
MIGUEL
¡Ya voy a darte lo tuyo!
Saliendo afuera la pongo apoyada en el coche y escesivamente mojada se lo hago por detras.
Si la huvieráis oído gemir de placer, os habríáis dado cuenta como estaba. Desnuda completamente disfrutaba de su desnudez como si fuera la primera vez que lo hacíamos fuera del coche, con las veces que lo habíamos hecho. Pero todavía no vendría lo mejor. Estaba haciéndomela o haciéndome ella a mí y cuando ya se había ido varias veces se puso en cunclillas para chupar mi nectar. En eso, que para otro coche muy cerca del nuestro, cuando inevitablemente me voy y tragándoselo enteramente, se alza y viendo que viene otra pareja hacía nosotros, se sube al coche.
TERE
¡Arranca!
Por darle verguenza que la vean. Haciéndole caso arranco sin parar de reírnos y cuando ya salimos comienza a vestirse, quedándose sin las diminutas braguitas. Estando ya vestida pero con el pelo revuelto, me abotona el pantalón y segundos después.
TERE
¡Me lo he pasado de categoría!
Abrazándose a mi y besándome llegamos al garaje de casa y cuando cogemos el ascensor me dice:
TERE
¡Tengo ganas de ver a Fina para contárselo!
MIGUEL
¿Pero ahora? ¡No tienes su teléfono ni nada!
TERE
¿Qué no?
MIGUEL
¡Bueno eso es lo que yo pienso!
TERE
¡Tengo el teléfono de su casa, aúnque no creo que este allí, debe de estar con Ernesto, el marido y ese no lo tengo!
MIGUEL
¿Pero como la vas a llamar a las cinco de la madrugada?
TERE
¡La llamo y sino está en la casa de enfrente, pues que se le va hacer!
La llamó y no estando.
TERE
¡No está, es una lastima, pero prométeme que mañana sábado nos llevaras a algún lugar que podamos hacer el amor al aíre libre!
MIGUEL
“Prometido”
Duchándonos nos acostamos húmedos todavía y nos quedamos durmiendo sobre las sábanas. Levantándome medio adormilado mire a la ventana de enfrente y divisándose la silueta de Ernesto, cogí los prismaticos y nos hizo una señal de acuerdo, levantando el pulgar y mostrándome un movimiento de mano, la que se percibía que se estaba masturbando. Me quede pensando como podía ser tan feliz de esa manera, pero si era lo que el quería yo no era quien para impedírselo. Volví de orinar a nuestra habitación y Tere estaba quedando con Fina para irnos a comer por hay. Pero hoy jugamos en la eurocopa contra suiza, esperemos ganar porque “Podemos” y me da la sensación de que podemos ganar. Así que vamos a ver que hacemos, porque este partido espero no perdérmelo como me perdí el que jugo España contra Rusia.
Entre besos nos levantamos y vamos a darnos una ducha rápida, porque la verdad, es que hace mucho calor. Después de darnos un baño ligero.
TERE
¡Buff, hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien como anoche! ¿Y tú?
MIGUEL
“Que quieres que te diga, me lo pasé genial”
TERE
¿Me ayudas a preparar el desayuno?
MIGUEL
¡Como no!
Desayunamos entre palabras de ánimo por la noche anterior y pensando cuando veamos a Fina como le vamos a decir lo que sucedió anoche, porque estoy seguro que Tere se lo va a contar de manera que no le sea traumatica, aúnque ya veremos. Acabando el desayuno fuerte donde los haya, nos vestimos y cogiendo el coche ya que han quedado en la puerta de la casa de Fina, recogiéndola nos vamos a un lugar que llevo pensando en hacerlo durante muchísimo tiempo, y no es otro que en un festival de Rock y hoy precisamente actuan en Benicasim un grupo de renombre internacional, pero como hasta las seis de la tarde no comienza el partido y el festival es a las doce de la noche, espero que nada me impida ver este partido crucial.
Pero ya me estrañaba a mí que no le dijese nada a Fina de lo nuestro al acabar nuestras copas en la playa, pero se lo dice de manera sutíl mi querida Tere.
FINA
¡Haber cuando podemos y lo haces conmigo!
MIGUEL
¡Contigo no estoy seguro de que salga igual! (Vamos eso es sin duda alguna)
TERE
¿Por qué no ha de ser igual?
Tere echando leña al fuego. Las veo tan enamoradas una de la otra que me siento en estos momentos totalmente desplazado. No se si es porque se han dado cuenta o porque les nace, pero automaticamente llegan las dos dándome un dulce besito en el cuello. No se porque habrá sido, pero me encanta que me besen en el cuello cuando voy conduciendo y más si son una Tere y la otra una total desconocida, a la que ya empiezo a querer por su amabilidad, su tesón y sobre todo por su agradable cuerpo.
Son las dieciseis treinta de la tarde de un sábado que se presenta muy gozoso. Cuando llegamos a Benicasim y rápidamente voy en busca de algún sitio que sea propicio para ver el futbol. De ir yo a solas me daría igual verlo en un lugar que en otro, pero hoy en especial llevo ante todo a lo que más quiero, Tere, y a la que más quiere mi mujer, Fina. Estacionando el vehículo nos dirijimos a una terraza de verano que hay tanto Españoles, por supuesto, como Suizos, pero hacercándonos vemos a todos de muy buen royo.
(Esperemos que al termino del encuentro estemos igual)
Mientras voy a pedir algo que echarnos a la boca y cerveza sin alcohol con gaseosa, veo como con descaro están hablando con dos que van vestidos de amarillo, (Sin la menor duda, Suizos) mirándome los cuatro me doy cuenta que les dicen que están acompañadas, muy cortesmente se vuelven a sentar al lado, ya que estaban hay antes de que llegáramos nosotros.
Habiendo pedido algo que comer y beber me dirijo hacía allí para volverme a sentar, o para sentarme por primera vez ya que todavía no me había sentado. Arrimando sus sillas los chavales algo mayores que yo.
LOS SUIZOS
¿Son las dos tus mujeres? (Con cierto cachondeo)
MIGUEL
¡No, listos, una es mi mujer Teresa y la otra es Fina, una amiga inseparable!
LOS SUIZOS
¡Perdona no queríamos ofenderte!
JOHAN
¡Me llamo Johan!
FREDERICK
¡Y yo soy Frederick!
MIGUEL
¡Yo soy Miguel!
Echas las presentaciones nos traen la comida y mientras comemos algo comentamos entre todos como se va a plantear el partido. Mi querida Tere sabe mucho más que yo de ese noble juego, (A veces) lo que no sabía era que Fina también sabía un montón. De eso que me libro para no tener que hablar con los dos pesados Suizos. Llegando a los cafés ponen unas cuantas tomas entre donde se va a jugar, la plaza de Neptuno y todos y cada uno de los jugadores, pero yo solo quiero ver a España jugando bien y que gane de largo, mientras siguen hablando con Johan y Frederick. Al termino de mi café, porque ellas lo tienen todavía que no le han echado ni la azucar, voy hacerle unas carantoñas a Tere, la que no dejándose por estar muy involucrada en el tema del que están hablando. Me acerco a Fina y sutílmente me voy acercando cada vez más asta que dándose cuenta ella si que me acoge de muy buen grado, poniendo su mano por debajo de la mesa me toca fervientemente, incluso haciéndome tan solo un poco de daño. En vistas de como me ha puesto continua haciéndome lo mismo, pero esta vez con una mayor suavidad y sin parar de hablar con los Suizos.
Antes de empezar el partido y ya de lo más euforicos todos, no haciéndome caso alguno Tere, le digo por bajo de irnos al baño, pero primero me voy yo dándole un dulce beso a mi querida Tere me voy hacía el baño. Estando orinando oigo la puerta abrirse y sabiendo que es ella, entro a un aseo privado, es pasar yo y automaticamente empujarme ella para hacerme lo que no esta escrito, pues cogiéndome con una mano de la cara y la otra de mis partes, me sienta sobre la taza, poniéndose encima de mi pero de cara me dice:
FINA
¡Te voy a comer enterito!
Cosa que ya ha echo a medias. Cuando despojándose de las braguitas he intentando ponersela dentro. Esta tan sumamente mojada que le entra toda entera y haciendo un sonido expectacular no para de moverse mientras me besa por todas las partes de mi preciosa cara, según me dice ella. No tarda ni un minuto en irse, cuando la veo que se levanta.
FINA
¡Ahora viene Tere!
Yo me quedo allí medio desnudo con un desconcierto tal que sale ella y en menos de otro minuto esta allí Tere, la que echándose las braguitas hacía un lado, me “folla” sin parar mientras me besa y me dice.
TERE
¿Qué te creías que no lo sabía?
Me quede átonito, pues no sabía que se llevasen tan sumamente bien. Cuando comienza a moverse pareciendo una loca, pues tan rápido se movía que estube a punto de irme varias veces, pero Tere es muy lista a parte de conocer muy bien mi cuerpo y el grado que alcanzo cuando me voy, parándose cada vez que esto me sucedía. Estando casi como Fina en cuando a tiempo, se va prodigando un gemido tal que tengo que taparle la boca. Después de hacerme ambas se va mi amada Tere y yo me quedo sin ganas de ver el partido y sin ganas de nada, tan solo ocupa mi mente una cosa, “follar, follar y follar”.
Vistiéndome con dificultad al subirme los pantalones por tener el miembro erecto, pero me visto y dándome un vistazo en el espejo, me arreglo un poco el pelo y pareciendo que no ha pasado nada salgo y me siento, pues el partido esta a punto de empezar. Nada más sentarme y cuando están mirando las chicas las clasificaciones, me hacen Johan y Frederick el gesto de OK con la mano y sonriéndose se ponen a mirar la clasificación, pues ahora están diciendo la lista de los convocados Suizos, haciendo alguna exclamación que otra según los jugadores que son anunciados por la megafonía del estadio.
Teniendo muchas ocasiones España pero no llegan a definirlas, asta que en el minuto 20 va Cesc y marca un golazo. Todos lo celabramos de mil maneras distintas, pero se acercan los Suizos con ansias de empatar y teniendo muchas oportunidades hasta que nos hace un roto Ibráhimovic. Todos nos quedamos mudos, entonces los Suizos se muestran ya mucho más tranquilos, y porque no, nos levantan las copas y tanto Tere, Fina como yo, brindamos por el gol de los Suizos, aunque con un poco de recelo. Al principio de la segunda parte esta el partido dividido, pero en apróximadamente diez minutos ya es un continuó ataque por parte de nuestra selección. Con uis y ais va pasando el tiempo asta que por fin y pasando dos minutos del tiempo reglamentario en la proroga, va Villa y sorteándo a un defensa, saliendo el portero y casi no teniendo angulo, marca el que yo creo va a ser el gol de la Eurocopa. Para que más, es marcar el gol y salir todos locos de contentos. Menos lo Suizos. Besándonos unos con otros y llegando porque no incluso a darles la mano a los Suizos, los que besando a mi mujer y a Fina parecen contentarse. Para que más, pasa un rato prudencial y salimos de la terraza donde hemos picado algo. Ya fuera, las chicas hablan de que si lo deberían haber hecho así o de la otra manera, pero al final de cuentas hemos pasado a la siguiente fase, muy mal se nos tienen que poner las cosas para que no pasemos y yéndonos a un pub a celebrarlo asta que empieze el concierto, entonces si que beben, tanto Tere como Fina, yo les doy un traguito al cubata de cada una en señal de ánimo y besándonos los tres les digo abiertamente.
MIGUEL
¿Y yo que? “Me habéis dejado con la miel en los labios”
TERE Y FINA
“Para luego en el concierto”
Lo celebramos como todo el mundo que se precie de ser Español, hasta la hora de la cena estamos con la celebración, pero a partir de las veintiuna treinta nos vamos a cenar. Tanto Tere como Fina estan un poco descolocadas por haberse tomado dos cubalibres cada una, pero al fin y al cabo es que estamos contentísimos de que haya ganado España. Vamos andando y algún que otro coche nos felicita por la victoria y sobre todo por las mujeres que me acompañan, asta que entramos en un restauran a cenar algo.
MIGUEL
¡Sentaros, por favor! Apartandoles las sillas a cada una.
Tan atento como siempre se sientan cada una al lado mío y después me siento yo, continuamos hablando del partido asta que ambas me ponen sus pies una a un lado y muy cerca de mis genitales y la otra al otro lado. Se de quien son los pies por el lugar que toman cada una, Tere a la izquierda y Fina a la derecha. Voy para que me vayan haciendo tonterías, pues no hacen nada más que ponerme los pies encima y ya me noto como mis genitales se endurecen como rocas, redondos, duros y pegados junto al culo, asta el pene comienza su levantamiento particular notándolo ambas.
TERE
¿De verdad quieres hacerlo en el concierto?
MIGUEL
¡En el concierto y aquí sino paráis!
FINA
¡Pues yo no pienso parar!
TERE Y FINA
¡Ja, ja, ja, ja!
Me parece que va a ser una noche de categoria ya que están tanto mi adorable Tere como Fina excesivamente risueñas y con muchas, muchas ganas de hacer algo de lo que me acordaré toda mi vida. Tere más atrevida que Fina por ser quien es (Mi mujer) la observo pues hace una contorsión extraña, de pronto me enseña las braguitas timidamente para que no la vea nadie que va sin ellas, al momento Fina me las enseña sin ningún pudor.
FINA
“Cómo ya te las ha enseñado tú mujer”
Me dice poniéndose un poco colorada. Viniendo el metre a tomarnos nota y cuando ya la ha tomado se marcha. Ya es de dominio publico saber lo que me hacen, pues Tere se inclina en exceso y me toca los testiculos por debajo de la mesa, haciendo lo mismo y a la vez Fina. Estoy ya súper endurecido solo con ponerme los pies, cuando ni más tocándome con sus dulces manos. Haciendo todo lo posible porque no se note en mi cara tanto calor como siento, continuan haciendo cantidad de cosas por debajo de la mesa. Cosas que dejan de hacer en el momento viene un camarero. Muy amable nos sirve y se va a por el segundo plato. Al termino del segundo nos pedimos tres flanes y unos cafés dobles acompañados de dos licores de avellanas y un güsqui de quince años, mientras nos bebemos eso y estando dándole un sorbito a la copa, de pronto observo a Tere agacharse y meterme su mano la que con un facíl movimiento me saca mis atributos, yo me quedo mirando a todos sitios y lugares posibles desde donde me puedan ver.
TERE
“No nos puede ver nadie por taparnos el mantel”
Sonriendo me empieza a masajear, quiero decir que no me llega a masturbar solo me masajea de vez en cuando, como separándome los testiculos de las piernas y del miembro, llegando Fina también se pone a tocarme, pero ella ya me intenta maturbar, cosa que le es imposible y solo alcanza a cogerme el glande y poco más, por estar cogido por mi querida Tere. Ambas se sonríen y beben de los chupitos, yo también le doy esta vez un buen trago al güisqui y en espera de pedir la nota me hacen de todo en mi querido miembro, pero de todo menos agachar las cabezas. Viene el metre y dándonos la nota le pago, no se quien me hace eso, pero desde luego es un gozo de increíbles magnitudes, tanto que vuelve supongo que mi mujer, a guadarme todos mis atributos dentro del pantalón y levantándonos nos vamos al concierto.
Al tener el cche bien aparcado, lo dejo y nos vamos andando para que nos baje la cena, pero no se que ha sido peor, si dejar el coche o no ya que vamos todo el camino con mucha más gente tocandonos por todo nuestros entonces increíbles cuerpos. Llegamos al fin al concierto y pasa poco tiempo sin que me hagan nada, pero ahora va a ser la mía, ya que sin haber nadie que nos conozca además, con la luz justa para podernos ver, decido ponerles a cada una un dedo después de habérmelos chupado, sienten un placer desorvitado el que a mí personalmente me esta excitando muchísimo. Quedándose quietas por el placer que sienten, me pongo a moverlos cada vez más rápido, pero cuando ya las veo que sienten un placer desorvitante, paro y las dejo así, igual que me dejaron ellas en esa terraza y en el restauran donde estuvimos y que nunca olvidaré.
TERE
¡Continua por favor, no te pares ahora!
FINA
¡Sigue, por lo que más quieras!
MIGUEL
¡Ahora cuando pasen “cuatro” horas!
TERE
¡Por favor sigue y después te haremos virguerías!
¿Verdad que si Fina?
FINA
¡Si, de veras, sigue por favor!
MIGUEL
¿Todo lo que yo desée?
FINA
¿Cómo si deseas que me lo haga con otro?
Me dió una de las mejores ideas que a un hombre le pueden dar.
¿Qué no haría que se la hiciera algún desconocido? ¡Ya me lo pensaría!
TERE
¡Incluso yo me dejaría tocar por otro que no fueras tu, pero solo tocarme! ¿Sigues?
Con esas perspectivas quien no es capaz de continuar.
FINA
¡Pero cuando estemos a punto nos chupas como lo haces habitualmente!
Eso ya sería un puntazo. Hablando, hablando les pongo un dedo de nuevo, pero viendo que les queda pequeño voy y les introduzco dos de mis grandes y gruesos dedos, siendo por demás como gimen y gritan ya no de placer pues ahora que van un poco borrachas sientes gusto, como así me lo dicen. Enseguida me pone entre la gente tumbado sobre el suelo para que cumpla mi promesa, cosa que hago sin dejar de tocar a Tere. No se a quien oigo más, si a Fina o por el contrario a mi querida Tere, pero es algo que tarde o más bien temprano pasará y entonces estarán a mi entera disposición.
Notando en mi boca una emanación de fluidos que salen despedidos a gran velocidad, mientras alza la voz contundentemente de forma que de no estar actuando se hubiese oído en todo el recinto. Levantándome como un resorte sigo haciéndole a mi mujer lo que le estoy haciendo, con la peculariedad de ser ahora tres de mis dedos los que son introducidos en su abierta y dilatada vagina, no puede durar demasiado ya que de oírla se ha puesto cardiaca.
MIGUEL
¡Cuando quieras me agacho!
TERE
¡Ya, ya, date prisa!
Agachándome se lo como todo y más ella que despide los fluidos del orgasmo más fuerte que nadie hasta ahora, cuando comienza a gemir con desesperación y me coge de la cabeza moviéndomela como si se tratase de algún muñeco. Inevitablemente eyacula pues le estoy comiendo donde más le gusta, asta que sale tal aspersión de liquidos vaginales que yo mismo me extraño de lo que le sale, y haciendo todo tipo de contorsiones. Vaya, vaya, digo mojado por los jugos derramados. Ayudandome Fina a levantarme me pongo en pie cuando están a punto de salir a los que hemos ido a ver.
MIGUEL
¡Sácate los pechos!
Dirigiéndome a Fina. Sacándoselos tímidamente y guardándoselos enseguida.
MIGUEL
¡Sácatelos hasta que yo te diga que puedes taparte!
TERE
¡Mira, así! ¿No quieres eso cariño?
Girándose casi todos a verlas y el más lanzado toca a Fina, cuando va a tocar a Tere se los tapa haciendo así que se los toque más tiempo a ella. Espero a que se agobie para decirle que se tape, cosa que ella agradece. Cuando por fin suena una guitarra desgarradora que es por cierto una Fender Estratocaster, siguiéndole un bajo Fender Precisión. Ya solo me falta escuchar como suena la batería Sonor. En ese mismo instante y dejándome llevar por la música y a su ritmo, me saco el pene, hagacho a Tere y levantándole la falda me la hago sin compasión. A todo esto Fina a mi lado, eso si, aunque tocándole los preciosos pechos, pero sin dejar a ninguno que se la haga. Continuó haciéndoselo a Tere fuertemente dándole muchísimo placer, incluso ahora se va a ir.
MIGUEL
¿Pero que te pasa, Tere?
TERE
¡Ah, ah, aaahh!
¡Que me das tanto placer que se me doblan las piernas y pierdo asta el conocimiento!
MIGUEL
¿Pero te encuentras bien ya?
TERE
¡Bien antes y durante, pero despues se queda una cara de tonta que para que!
Seguro que no le pasa nada. Me giro y veo a Fina molestándola un señor o caballero por no llamarlo por su nombre, acercándome la cojo de la cintura y la retiro de ese hombre tan sumamente amable, pero el buen señor insiste en hacérsela.
MIGUEL
¡Anda hijo puta y vete de aquí o te doy una hostia que te arranco la cabeza!
Hablándole así lo entiende porque si, lo entiende el simpático y ameble señor. Retirándonos un poco del infernal bullicio, nos arreglamos un poco y nos vamos del festival. (Con la alegría que me ha dado España, y llega este tipo) Andamos apróximadamente un kilómetro y viendo una urbanización en la que hay un pub, decidíendo tomarnos algo pasamos y en efecto es un pub, al que se van las chicas al baño, quedándome allí pido tres güisquis con refrescos, momento en que salen ellas y al mismo tiempo viene el camarero con una botella de güisqui y tres refrescos, me dan un beso y nos sentamos.
MIGUEL
¿Nos los llevas a esa mesa?
EL CAMARERO
¡Si, como no!
Nada más sentarnos esta ahí el camarero con las tres copas que le hemos pedido.
MIGUEL
¡Y digo yo! ¿Por qué todavía estoy durísimo?
TERE
¿Deseas que se te pase?
MIGUEL
¡Si! ¿Cómo no?
FINA
¿Me dejas a mí?
MIGUEL
¡Pero que sea algo descomunal!
TERE
¿Aquí mismo?
MIGUEL
“Pero tenemos que pedir permiso”
TERE Y FINA
¿Quieres que vayamos nosotras?
MIGUEL
¿Haber como se lo vais ha decir?
TERE Y FINA
“Usando nuestras mejores armas”
MIGUEL
“Bueno, esta bien”
Paniéndose las dos depie se arreglan el tipo haciendo unas contorsines de lo más éroticas y van hacía el camarero, pasa un rato y viéndolas reírse, vuelven.
TERE Y FINA
¡Ya esta, nos ha dicho que lo podemos hacer donde queramos menos aquí, por si entra alguien!
Yendo loco ya por hacerlo y habiendo pasado la barrera de los veinticinco, yo personalmente y Tere recientementen pasados, aunque Fina no llege ni por asomo, como dije anteriormente estoy loco por hacerlo. Pasando a un comedor grandísimo no paran de tocarme. Me las llevo al fondo y mientras vamos denudándonos dejamos las cuatro prendas de ropa que llevamos, y cuando digo cuatro es que son dos de las chicas más mis pantalones y mi camisa. Desnudo se agachan las dos y parece que me devoran. Pero yo lo que quiero ahora es meter y levantando a mi preciosa Tere la dejo inyectada en carne, para dar un gemido que es seguro de que lo ha oído el camata. Ahora estoy dispuesto a eyacular sea como sea, pero vuelve a irse Tere y poniéndose en su lugar Fina se mueve tan increíblemente que estando no llega a dos minutos eyaculo con más fuerza que nunca dentro de Fina, momento en el que agachándose Tere va lamiendo tanto los jugos de Fina como mi fenomenal corrida. Estoy sentado en una silla y me parece la cama más confortable del universo, viendo como ellas se intercambian mis fluidos de sus graciosas boquitas, al final se besan pero sin nada en la boca, señal inequivoca de habérselo tragado completamente todo. Viniendo hacía mi, me besan por todo el cuerpo y sobre todo por la cara y boca, sintiendo cierto sabor que han endulzado los refrescos.
Ya vestidos nos lavamos en los baños del restauran y salimos para pagar lo que devemos y agradecerle al camarero el que nos haya dejado hacérnoslo allí. Pero no va a ser tan facíl como nosotros creemos, puesto que el camarero ya ha cerrado el local y desea hacérselo con las dos, pues piensa que me las he ligado en el cocierto. Hablamos largo y tendido y le digo que una es mi mujer y la otra una buena amiga, pero el insiste en hacerse a las dos y sacando un cuchillo me obliga a mi a retirarme, quedándose con Tere y Fina a solas. Les toca los pechos desnudos y yo espero a que deje el cuchillo para dejarlo sin concimiento. (Al hijo de puta ese) pero no veo que tenga intención de dejarlo y mientra a ellas las toda ya por completo desnudas, momento en el que va mi mujer y en un descuido le da un manotazo y cae el cuchillo al suelo. Para que más, cuando voy a darle una patada al cuchillo y otra a el, me dice Fina.
FINA
¿Haber como se lo monta ahora sin cuchillo?
TERE
¡Eso, déjalo haber!
Viéndose desamparado mis mujeres empiezan a bajarle los pantalones y viendo que ya se ha ido.
TERE
¡Y para eso tanto alboroto!
FINA
¿Lo capamos? (Lo dice de broma)
MIGUEL
¡Dejar a ese pobre desgraciado!
Quedándose con una cara digna de ser fotografíada. Se arreglan Tere y Fina y pidiéndole las llaves salimos de aquel local y comentando la vivencía andando asta llegar al coche, coche que cogemos y aproximedamente a las cinco llegamos a nuestras casas.
FINA
¿Me puedo quedar a dormir aquí?
MIGUEL
¡No se!
TERE
¡Pues claro que puedes tontita! Muahca.
MIGUEL
¿Pero que haces nena?
TERE
¡Besarla! ¿O es que no lo ves?
MIGUEL
¡Sin mi consentimiento!
No se porque he dicho esto, pero mi mujer va y me dice.
TERE
¡Perdoname, mi señor!
Ahora tengo que atenerme a lo que he dicho.
Con algo de reparo.
MIGUEL
¡Aquí no os besáis asta que yo no os lo diga!
Quedándose Fina petrificada.
MIGUEL
“No, que es una broma”
FINA
¡A mi es que me gusta que me hablen así!
Nos quedamos Tere y yo algo confundidos, mirándonos ambos hacemos un gesto de extrañeza y que Fina nos dice.
FINA
¡Era otra broma!
Aparte de las bromas, al no tener sueño, nos ponemos tres güisquis por estar ya en casa, pero yo no estoy acostumbrado a beber y en los primeros sorbos ya voy diciendo tonterias, mi mujer tampoco esta acostumbrada y aunque se haya tomado dos o tres cubatas, se los ha tomado en muchísimo tiempo, calculo que han sido en por lo menos ocho horas, por lo que no ha llegado a emboracharse, en cambio la niña de Fina la que nos hemos enterado que tiene diecinueve años recientemente cuplidos, ella bebe por los dos y por más. Al ver que no me lo puedo terminar me lo dejo, lo mismo que Tere, pero ella, Fina, no se bebe uno ni dos se bebe tres, además bien cargados, poniendose como loca por querer hacerlo, es algo por demás y desde luego se le nota muchísimo, ya que se a desprendido de sus dos únicas prendas, como son su vestido y sus chanclas con un diminuto tacón. Besa a Tere y Tere a ella, pero Fina no pierde el tiempo y mientrás la besa la despoja de sus dos prendas, que al igual que ella son también un vestido y unas chaclas con un poquito de tacón. Ya despojadas ambas vienen hacía mi y con dulces besos y adorables y por otra parte delicadas caricias, soy desnudado sin enterarme. (Pero que habilidosas son estas chicas a la vez que putísimas) pienso.
Andando Fina muy eróticamente y completamente desnuda que es muy difícil ya de por si, va a ponerse otro güisqui esta vez solo, con bastante hielo, lo que hace parecer mayor el güisqui, volviendo de igual manera que ha ido y llegando a nosotros, se sienta en uno de los dos sofás que le ofrece Tere para que se siente.
FINA
¿Me queréis dar el teléfono? ¡Por favor!
TERE
¡Si, como no!
Cogiendo el teléfono y marcando sin dejar de mandarnos besos en el aíre, dice muy seriamente.
FINA
¡Hola mi amor! ¿Te he despertado?
Por la forma de continuar con la conversación sabemos que efectivamente lo ha despertado.
FINA
¡Te llamaba para decirte que me voy a quedar aquí a dormir, ah, y también para decirte que me he hecho a dos tíos y que voy hacerme a un tercero, que duermas bien!
Dejando el teléfono en el sofá por ser inalambrico, se pone a hacer cosas inmejorables con su conejito, conejito que muy bien depilado pero tiene el poco vello pubico en forma de triangulo. Tere lo tiene totalmente depilado y acorde con su piel morena sin pasarse, empezando a jugetear con el más o menos de la misma forma que Fina, pero ella sentada en el otro sofá. Yo no me puedo debatir entre una y la otra por ser mi mujer a la que más quiero y deseo. Poniéndome a su lado sin acercarme demasiado, la miro y me mira con cierta cara de sonrisa, pues aunque no me sonría le brillan sus ojos de una manera muy singular, casi como sonriéndome.
TERE
¡Ve con ella y yo os miro!
MIGUEL
¡No me apetece, me gustas demasiado!
TERE
¡Tú hazme caso!
MIGUEL
¡Si me lo propones así…!
Me levanto del ya calentado suelo por mis nalgas, cuando me siento de nuevo en el templado suelo ahora y, diciéndole cosas bonitas, voy entrando en su perverso juego, juego que será interrumpido por Tere en su beneficio, pues ya que esta a punto de besarme, llega mi querida mujercita y me da tal beso ella que con cierta tocadita en mis partes nobles se me olvida casi por completo Fina.
Lo primero que hace es tumbarme en el suelo en que por estas fechas se agradece y mucho, en segundo lugar comienza a masajearme la zona intima, para a continuación lamer muy suave y muy despacio, así como sin querer desgatarla. A todo este proceso progresivo esta Fina, la que se sube por las paredes aunque sin rechistar ni hacer el más mínimo ademán de hacerme cualquier cosa. De pronto siente un arrebato tal que me lame con fuerza y para nada dulcemoin, siguiendo con lo que me hacía con anterioridad, besarme muy despacito y con mucha dulzura.
Mirando veo a Fina que ya ha pasado a mayores, de tocarse timidamente a meterse dos dedos con muchas ganas, pero todavía no dice esta boca es mía que por cierto después me enteraría de que es eso lo que busca Tere. Esta bien. En ese momento me lame con más maña que fuerza, siendo esa la gota que colma el baso para dar pie a que se venga al suelo Fina, lamiéndome por todos sitios menos por lo que tiene ocupado Tere. Al momento se levanta Tere y la coge Fina como si de un gran chupa-chups se tratara, pues me lame no solo con ahínco, sino con pasión y agradecimiento por haberla dejado libre para sus propositos, mientras me dice lo que yo suponía anteriormente.
Me lamen ambas a su debido tiempo y ya endurecida no al máximo por haber bebido, pero después se pondrá, cosa que pasa casi en el acto, pues con tanta contundencia soy lamido que ni yo mismo creo lo que me pasa. (Pero es que teniendo veintiocho años…)
TERE
¡Ven, vamos a ponernos sobre el respaldo del sofá para que pueda elegir!
FINA
¡Te eligira a tí como bien es normal!
TERE
¡Quizá, pero creo que esta más por tí!
Yo oyéndolo todo me esta queriendo decir que se lo haga a ella primero, pues de ella tengo todos los dias completos. Estando esperando el gran suceso y mientras se besan, cogiéndola por sorpresa ya que no se lo espera y notándola muy húmeda, vamos mojada, se la introduzco de un golpe asta que creo que no le voy hacer daño y lanzando un gemido se aprieta sobre mi introduciéndosela casi a tope, dándole tal placer que aparte de estar besando a mi mujer gime como nunca la he oido. Al primincipio se lo hago delicadamente pero viendo que se mueve ella, soy consciente de que necisita que se lo haga más rápido y con más fuerza, poniéndome hacérselo de esa manera.
Pasado un momento veo que besa a mi adorada Tere con toda la boca abierta y con sollozos que van increschendo, por utilizar un símil musical, ya que en otro tiempo no muy lejano fuí músico. Son en aproximación las seis de un domingo que se prodiga propicio para salir tomar algo por hay. De pronto y poquito a poco voy notándole la aceleración del ritmo cardiaco, esplotando en un gemido de tal magnitud que parece grito, pero cuando creía que se le iba a pasar de un momento a otro, no llegaba ese momento, en el que incluso se asustó Tere y yo personalmente. Al fin se le pasó tan grato momento, besándome por toda mi cara en agradecimiento del caso ese en concreto y dándole prioridad y enseñandome su humeda, grita abierta por Fina mismo, acerca mi miembro a tan sugerente lugar, que poniéndole ningún reparo se lo hago en un primer momento despacito, para ir subiendo en intensidad tanto como en rápidez.
TERE
“Pero que a gusto me encuentro”
MIGUEL
“Con ese fin lo hago, cariño”
FINA
¡Dame un beso Miguel!
MIGUEL
¡Tómalo!
TERE
¡No pares, continua haciéndomelo con mayor ritmo, sigue, sigue ahora, más, más, máaaaas!
Mientras beso a Fina Tere se va y Fina sin soltarme de la cara, yo que esperaba con ahínco darle besos por todos los lugares de su anatomía, resulta que Fina no me deja, pero apartándose la beso por donde más le gusta, en ese preciso momento, besó Fina su dulce boca. Pasado un tiempo relativamente corto para el estado en que estoy, se levantan las dos de sus poses caninas y tumbándome me hacen la mejor de las lamidas que pueda desear un hombre, la que irrestiblemente soy incapaz de controlar y yéndome como un niño mayor, me lamen con una particularidad, mientras me lamen ambas dejan caer sobre mi tripa todo, luego de haberme salido completamente, juguetean con el semen, semen que acaban con todo el.
Acto seguido nos quedamos dormidos entre sueños eróticos, pero ahora que lo pienso quería irme a tomar el sol, cosa que les hago ver levantándolas y yendo al baño, nos damos una ducha rápida y cogiendo el coche nos vamos primero a tomar un delicioso baño por cierto y después tomamos el sol como autenticos lagartos, en su caso lagartijas. Quedándonos ahora si durmiendo y que si vuelta para aca que si vuelta para allá por notar demasiado calor, inconscientes de lo que hacemos, nos despertamos a las tres horas, teniendo que pedirle vinagre a uno de los que conocemos Tere y yo y untándonos bien por todo el cuerpo para disminuir casi todo el sol recibido, nos vamos a nuestras respectivas casas, no sabiendo nunca nada más de Fina. Abría sido un sueño, no se, lo único que sabíamos es que nos lo pasamos genial y ahora lo hacemos más a menudo a ver si sale de algún balcón otra Fina con la que podamos vivir otro sueño tan magnifico como el de entonces.