CcSakura: El Atajo

Sakura Kinomoto, una estudiante de la escuela de Tomoeda, le estaba haciendo tarde para ir a su casa. Estaba anocheciendo y sus patines se arruinaron en el camino, tenía una rueda que se safo y la guardo en su mochila con el resto del equipo de sus patines. Tenía puesto su uniforme marinero de verano, color blanco y falda tableada negra, sostenía su gorra marinera en su mano derecha mientras corría a toda velocidad. Estaba amaneciendo y aun le faltaba camino por recorrer.

Su hermano Touya había salido de la escuela antes que ella. No tenía el teléfono para avisarles que estaba caminando para ir a su casa. Hacia calor y miraba que le faltaba mas de la mitad para llegar. Su motivo de tardanza era que practicaba mucho en su equipo de porristas y quedo desmayada después de darse ella misma un golpe en la cabeza con su vara, logrando así quedarse inconciente hasta que muchos se fueron a sus casas. Se rehusó a la ayuda de los maestros quienes la llevarían a su casa y durante su recorrido sus patines se rompieron.

Observo de nuevo la calle y calculo que llegaría en más de tres horas (era mala en matemáticas así que su cálculo era incorrecto), tenía miedo que se hiciera de noche y las luces urbanas comenzaban a prenderse mientras que el sol estaba ocultándose a la mitad en el horizonte. Por desesperación decide tomar un atajo, a pesar de las advertencias de su padre y su hermano de que siga siempre el camino que acostumbra; pero esto era una emergencia.

Dio la vuelta da la esquina y dio un salto a una pequeña barda, miraba las calles continuas y pequeñas rampas que usaría si sus patines estuvieran bien. Siguió caminado en una calle totalmente desolada, en vez de ir hacia bajo a dirección a su casa, iba hacia colina arriba. Se dio cuenta que se tardaba mas del tiempo estimado, la calle era un laberinto que la conducía a varias calles cerradas, no evito que llegara la noche que cubrió la ciudad con un manto estrellado y tenia hambre que le dificultaba pensar y retomar energías.

Hasta que por fin se dio cuenta que estaba perdida, llego aun templo abandonado que se veía escalofriante. Los árboles y el césped marchito y el altar descuidado. Le dio miedo verlo y siguió su camino. Solo dio 4 pasos desde aquel templo hasta una luz que le reflejo su cuerpo y escucho unos pasos que venían enfrente de ella. Sakura se detuvo esperando que fuera un policía vigilando la zona, pero al acercarse la persona, resultaba ser un hombre de mediana edad.

El hombre estaba casi esbelto, pero con la panza hinchada; el rostro rugoso y grasazo; con un ojo hinchado que el otro; tenia una barba sin afeitar, como de varios meses y su cabello con barias canas sin lavar. Sakura no le gustaba su aspecto, en ver el ropaje que usaba un tipo overol que usaría un plomero, con manchas de aceite y roto en las orillas. La niña dejo de verlo, pero el no la dejaba de ver.

El hombre observo en un instante la pequeña figura de Sakura, el uniforme blanco que traía combinada con su falda negra, se dio cuenta que no era de esos rumbos. Se fijo mas en el cabello castaño corto que se movía al correr, y los ojos verdes que brillaban como esmeraldas. Estiro su brazo para alcanzar el brazo de Sakura y le sonrió con unos dientes amarillos verdosos. Sakura se asusto al ser tocada por la mano mugrienta y enorme del sujeto y miro su sonrisa que era la que mas le asustaba.

-¡Ven conmigo!- dijo el sujeto con una voz ronca y un aliento que cortaba el aire.

Sakura fue llevada fuera de su voluntad al templo abandonado, intentaba pedir ayuda, pero el sujeto uso su otra mano para amordazarla. Tiro de un jalón la mochila de su victima cerca del altar del templo y se llevo a Sakura hacia la parte trasera del lugar. Se recostaron sobre el suelo detrás del templo y el hombre comenzó a manosear los senos de Sakura en forma circular.

-¡No…pervertido!- le gritaba al sujeto mientras usaba sus propias manos para alejarlo.

El hombre no obedeció, acaricio los senos cubiertos por el uniforme por un rato. Después deslizo su mano a la entrepierna de Sakura y entro debajo de la falda para sentir el calor que transmitían sus piernas. Sakura se estremeció y se sonrojo, el hombre vio que ella abrió su boca para gritar, oportunidad para robarle un beso y metiendo su boca a la suya. Al darle su forzado beso, las manos del hombre estaban ocupadas; su mano izquierda se ocupaba de acariciar los senos y la derecha se ocupaba de deslizar con las yemas de sus dedos en la parte exterior de la vagina que estaba protegida con una ropa interior color rosa.

Las manos de Sakura no ayudaban para soltar las manos poderosas de su agresor. Así que dependía de sus dientes quienes mordieron la lengua de su agresor logrando safarse de el. Pero el hombre molesto dio una cachetada a la niña como castigo. Sakura se derrumbo en el suelo mirando a su agresor con mucho pavor. No quiso soportarlo y ella se levanto para escapar. El hombre no lo permitió y sujeto la cadera de Sakura por detrás.

-¡Noooo…déjeme ir!- suplicaba mientras sujetaba con fuerza los brazos del hombre con sus pequeñas manos para que la soltaba.

-Así son todas…- dijo burlándose- al principio no quieren…pero al final quieren que uno las penetre…

Coloco contra pared del templo a su victima, su overol tenía una bragueta abierta y dejo salir un pene erecto que apuntaba a la entrepierna de Sakura quien estaba en la posición de un perrito con las patas delanteras sobre la pared. Ella no tenia idea de lo que iba hacer hasta que su falda fue levantada de golpe, y un estirón de la braga para que el hombre mirara la vagina excitada de Sakura.

-¡Ves…si quieres que te la meta!

-¿Meterla?- pregunto ignorando lo que iba pasar con ella.

-Con gusto…- exclamo colocando la cabeza del pene en la vagina.

Empujo con fuerza haciendo que Sakura sintiera dolor.

-¿Qué hace?…¡Eso me duele!- decía mientras el hombre ajustaba la cabeza en la entrada de la vagina y empujándola.

El pene entro rasgando el himen y salpicando sangre, provocándole un dolor profundo a Sakura. El pene invadió la vagina virgen de la victima que se sacudía todo su cuerpo. El hombre se sujeto en la cintura de la piel de Sakura que se veía debajo de su ropa. Empujo y jalo follando a la sollozada victima que sentía la fuerza del pene que la invadía.

Comenzaron las contracciones del orgasmo de Sakura, cada reacción era más fuerte que la anterior. La vagina provocaba que el pene la penetrara más y lo hizo aumentando la velocidad. El hombre se burlaba y le daba piropos a su indefensa victima que gemía y le faltaba la facilidad de respirar. El hombre se detiene y eyacula dentro de Sakura quien da un grito al sentir el calor del semen invadiendo su útero.

El hombre la dejo ir con la entrepierna manchada de semen. Pasaron las horas y la luna estaba en el centro del cielo. Sakura estaba inconciente y desnuda, toda su ropa fue robada, estaba recostada boca arriba y miraba el cielo con lágrimas en sus ojos.

-¿me gusto?…- exclamo ella mientras miraba el cielo.

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